Este viaje nació de una ilusión: la de coger la carretera sin destino fijo, solo con la compañía de la autocaravana, la cámara y las ganas de descubrir. Zamora y Toro aparecieron en el mapa casi por casualidad, pero pronto se convirtieron en algo más que un punto de paso.
Recorrer estas tierras en autocaravana fue una experiencia de calma y libertad. Cada amanecer tenía un sabor distinto, cada rincón una historia que contar. Las carreteras solitarias, los campos dorados, los pueblos tranquilos… todo parecía invitar a bajar el ritmo y mirar con otros ojos.
En Zamora me impresionó su silencio, la serenidad de sus iglesias románicas, el reflejo del Duero al caer la tarde. En Toro me atrapó la fuerza de su luz, el aroma del vino y la hospitalidad de su gente. Fueron días sencillos, de pequeños descubrimientos, de conversaciones al atardecer y desayunos mirando el horizonte.
Esta web recoge esas imágenes y recuerdos. No es una guía ni un diario exacto del viaje, sino una forma de volver a sentir todo lo vivido: la emoción de cada llegada, el sosiego de cada parada, la belleza que se esconde en lo cotidiano.
Ojalá, puedas viajar también tú un poco entre los paisajes y lohttps://maps.app.goo.gl/Arur811vGt9L8T8h9s momentos que aquí quedaron guardados.




















